jueves, 26 de mayo de 2016

JORNADA 14: OURENSE - CEA (23/09/2015)

Dormir entre sábanas es un placer que solo apreciamos cuando nos falta ¡Una auténtica gozada!

A las 8 de la mañana fuimos a desayunar al Bar Mongre, que está frente al hostal. Desayunamos estupendamente. Un sitio totalmente recomendable.

Una vez que dejamos el hostal, fuimos hacia el puente romano, paso obligado del Camino en Ourense. También aprovechamos para hacer algunas fotos de los puentes sobre el río Miño.





Pasado el puente romano, unas calles más arriba, tomamos a la derecha por la Avenida de Santiago, para seguir por la variante de Tamallancos. Para ir a Cea desde Ourense existen dos variantes del Camino. En 2011 habíamos ido por la Costiña de Caneira y teníamos curiosidad por saber cual de las dos opciones es la más dura.

La salida de Ourense es cuesta arriba, como suele ser costumbre, y se hace larga. Una vez se gira a la derecha, por el Camiño Real, se va por barrios periféricos de Ourense, de caminos empedrados con mucha pendiente, pero se hace llevadero.



Pasamos por Cudeiro, desde donde se aprecian unas bonitas vistas de Ourense.







Seguimos hacia A Costa y Sartédigos, donde pasamos entre los restos de un incendio muy reciente (algunas zonas estaban aún humeantes).







El camino, además de ser cuesta arriba, es de rocas y piedras para, más adelante, pasar a bosque gallego.












Llegamos a Tamallancos donde, en teoría, se acaba la cuesta arriba más dura y aprovechamos para desayunar en un bar-albergue que está muy ,muy bien. Siento no recordar el nombre porque es un sitio recomendable. La dueña nos dijo que estaba recién inaugurado, y se notaba.  


Después de Tamallancos pasamos por Bouzas, que se encuentra a un kilómetro escaso.




Por el camino encontramos una casa llena de figuras de cartón piedra de tamaño natural. Conmo dijo el torero, tiene que haber gente para todo.




También pasamos por una aldea totalmente abandonada, y es una pena, porque está junto a un arroyo y el paisaje es bonito.

                           






En Viduedo encontramos algunos jardines bonitos y, sobre todo, originales.








Por fin llegamos a Cea. El albergue estaba prácticamente lleno. Tuve la suerte de pillar la cama de abajo (cedida gentilmente por Malen), la única que quedaba.

El albergue es una típica casa de piedra, con su hórreo.




La primera cosa que hicimos fue la colada y, luego, dimos un paseo por el pueblo.



En el albergue coincidimos con dos grupos: el de Medina del Campo, ya conocido, y un grupo de cuatro que, por lo visto eran cuñados, así que pasamos a llamarles "los cuñados". 

Los cuñados no paraban de armar follón, viendo la tele en el móvil a todo volumen, hablando entre ellos a gritos, etc. No tardó en unirse a la fiesta el grupo de Medina del Campo.

Cenamos en un restaurante en las afueras de Cea viendo el partido Celta-Barça de liga. La cena estuvo bastante bien, casera y abundante.

Una vez en el albergue, asearse e intentar dormir.

Por cierto, debo decir que los aseos, tanto de hombres como de mujeres, dejaban mucho que desear. Estaban muy sucios, sin papel higiénico y, encima, el agua que salía de las duchas o te quemaba o te helaba. No es una crítica (ya sabemos que el peregrino no exige, agradece), es simplemente la constatación de lo guarros que podemos llegar a ser los peregrinos.

 RESUMEN DE LA JORNADA


Distancia recorrida: 23,1 kilómetros.

Altitud máxima: 512 metros.

Altitud mínima: 146 metros.

Ascenso acumulado: 635 metros.

Descenso acumulado: 284 metros.

Velocidad media: 3,45 km/h.