viernes, 14 de enero de 2011

SEXTA ETAPA, BURGOS-BOADILLA DEL CAMINO (15 de agosto de 2005)




Desayunamos en el hostal con las viandas que quedaban de la compra del sábado y salimos tempranito porque, aunque de aquí no nos echen, hay mucho camino por delante.

Tempranito, frente a la Catedral y tiritando de frío

Vamos por el camino, que no esta mal del todo y, además, es más o menos llano y tenemos la intención de comer en Arroyo San Bol, que es otro de esos lugares, en medio de ninguna parte, que es obligado visitar por su singularidad.

Pasamos por VILLALBILLATARDAJOSRABÉ DE LAS CALZADAS y HORNILLOS DEL CAMINO, donde compramos las viandas que nos vamos a echar al coleto en San Bol.

Por fin llegamos a ARROYO SAN BOL, aunque en una cuestecilla, justo antes de llegar y, como consecuencia del traqueteo de las cinco etapas precedentes, se suelta el tornillo que sujeta el portaequipajes de Sera a la tija del sillín y éste se va hacia atrás rompiéndose las alforjas en el arrastre consiguiente. ¡El aviso de Malen en la primera etapa no nos había servido de escarmiento!.

Hacemos un arreglillo con cinta americana en San Bol y nos disponemos a comer, previo sellado de la credencial.

Peculiar albergue en Arroyo San Bol

Arroyo San Bol

El tal sitio, Arroyo San Bol, es una especie de oasis con agua, en medio de la inmensa llanura amarillenta de cereales recién segados de los alrededores. Sólo está el alberque, habitado por una especie de okupas anarquistas italianos, una alberca, unos cuantos árboles y el merendero, con mesas y bancos a la sombra, lo que se agradece en aquellos parajes.

El arreglo hecho a las alforjas apenas serviría para llegar a León, donde el afectado tuvo que emplearse a fondo con un zurcido auténticamente profesional que le permitiera acabar el viaje (cuando se es marujo, se es).

Seguimos por el camino hasta HONTANASy CASTROJERIZ, donde nos paramos a descansar un rato.

Panorámica de Castrojeriz con el temible Alto de Mostelares al fondo

Al salir de Castrojeriz tomamos la carretera para dar un rodeo por CASTRILLO DE MATAJUDIOS e ITERO DEL CASTILLO y, así, evitar el Alto de Mostelares que se ve en el perfil de nuestro libro de ruta como una mole infranqueable a esas horas y altura de la etapa. Evitamos el alto, pero en el rodeo también hay alguna cuesta bien hermosa.

Que conste que el rodeo por Castrillo no es un invento nuestro, sino una alternativa universalmente aceptada para los ciclistas, porque el Alto de Mostelares, además de hacer honor a la primera parte de su nombre, lo cruza un camino no aceptable para las ruedas.

Ya estamos en la provincia de Palencia

Salvado el obstáculo, seguimos por la carretera porque se está haciendo tarde y aún tenemos que llegar a Frómista, aunque hay algo que nos hace cambiar de planes.

Llegamos a la plaza de BOADILLA DEL CAMINO para la visita y fotos de rigor y, como vemos la puerta de un albergue con el nombre de “En el Camino”, nos asomamos y ¡Oh, cielos, tiene piscina! y, además, hay plazas libres, lo que no se puede interpretar más que como una señal del Cielo, ¡Ni el mismísimo Apóstol Santiago hubiera podido resistir la tentación en aquellas circunstancias!.

En décimas de segundo se tomó la decisión unánime de quedarnos a pasar la noche allí (más que por unanimidad, la decisión fue tomada por aclamación).

Albergue privado de Boadilla del Camino

Merecido baño en la piscina del albergue

Por supuesto, también se toma la decisión unánime de estrenar los bañadores que llevábamos reservados para Molinaseca (Decisión acertada porque, como se verá más adelante, lo contrario hubiera supuesto haber arrastrado de forma inútil una prenda durante más de 800 kilómetros, y eso sí que hubiera sido un pecado imperdonable).

Por si fuera poco, el albergue dispone también de otras instalaciones por encima de la media, como el salón de estar y el bar restaurante, donde cenamos bastante decentemente esa noche y desayunamos al día siguiente, casi a la fuerza, por otra parte, porque el pueblo no da mucho de sí y dudo que hubiéramos encontrado algún sitio para comer decentemente.

El coste del alarde es de 5 euros por cabeza la estancia, 7’5 la cena y 2’5 el desayuno. !Todo sea por un bañito en la piscina¡

Dando una vuelta por el pueblo, vemos que hay otro alberque, el municipal, pero ni punto de comparación y tiene su explicación, porque el de la piscina es del alcalde, y la más elemental ley de la naturaleza nos enseña que si mandas en dos sitios y uno de ellos es tuyo ¿A cual vas cuidar más ...?


Interior del Albergue


RESUMEN DE LA ETAPA: 63’28 Km. en 4 horas y 40 minutos, con una media de 13’5 Km./h.






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