lunes, 25 de julio de 2011

YA NI MEAR A GUSTO SE PUEDE… (Sábado, 23-07-2011)

Otra vez se ha escaqueado Malen. Esto ya empieza a ser una mala costumbre. A este paso, pronto se va a quedar sin excusas para justificarse. Ella se lo pierde, porque nosotros seguimos con nuestra preparación sin excusas y, sobre todo, sin ausencias. ¡Que el Camino no perdona, Malen!

A las 8:30 estábamos en el punto de encuentro oficial, donde nos percatamos que Joan estrena ¡otro culotte¡ Este chico no para, venga a estrenar, venga a estrenar… Por cierto, Sera también estrenaba maillot. Todos estamos adquiriendo el material que nos falta para nuestra aventura.  ¡Cómo se nota que se acerca el día de la salida hacia la Vía de la Plata!

Nuestra idea era hacer el control de avituallamiento en Costitx por un camino muy bonito que nos habían recomendado, así que cogimos por la carretera vieja de Bunyola que es nuestro inicio de cabecera.

Al llegar a nuestra rotonda, parada técnica para evacuar líquidos. Cual no sería nuestra sorpresa cuando, en el sitio donde solemos miccionar, encontramos un letrero con el siguiente texto “SEÑORES CICHLISTAS NO MEARSE A QWI SO GUARROS”. Por supuesto, meamos, que el ciclista como Dios manda no acepta imposiciones, pero nos dejó alfombrados (estorats)…¡ya ni mear a gusto puede uno!

Ésta es la entrada de la dichosa finca

                                                 Aquí el cartelito de marras

Anécdota al margen, continuamos nuestra ruta por el Camí Vell de Muro hasta Biniali y, desde allí, cogimos por el camino recomendado. Bonito es, desde luego, pero tiene una rampa del 15% mínimo que costó lo que no está escrito. Suerte que es corta, pero no tanto como nos había dicho Fede, el valedor de esta ruta.

Sera paró a coger moras, que ya es sabido que les tiene querencia. A la tercera parada ya nos bajamos de la bici para ayudarle y, de paso, comer algunas aprovechando la coyuntura. Esta vez Sera se presentó con dos tapers para llenar. ¿Qué será lo próximo, un contenedor del “saco veloz”?

Sera reincorporándose al grupo después de una parada morera

Ésta es la prueba del delito

                                                  Vista general del camino

Algo debimos hacer mal porque aparecimos en la Carretera de Sineu. Tuvimos que dar un rodeo del copón para llegar a Sencelles y, entre las paradas moreras y el rodeo, se nos hizo un poco tarde así que decidimos avituallarnos en Sencelles.


 Iglesia de Sencelles

Elegimos un Bar distinto del habitual y, la verdad, estaba todo bueno. Sera pidió un variado y Joan y yo nos conformamos con sendos bocatas de jamón y queso porque no nos gusta fardar.




La comida estaba buena, pero nos atendió un camarero empanado, empanado. Le pedimos dos tés con limón y un cortado y tuvo que salir tres o cuatro veces a que le repitiéramos la comanda porque no se aclaraba. Parece ser que se había acostado tarde y levantado temprano y el hombre no estaba para nada, pero era gracioso y nos reímos bastante con él.




La vuelta la hicimos, esta vez sí, por el camino correcto. No hay mucho que contar sobre ello, camino archiconocido y sin incidentes que reflejar. Sólo dejar constancia del viento en contra, pero esto ya se sabe, a la vuelta es lo típico.

El tiempo estaba medio nublado, amenazando lluvia, pero sin pasar de ahí y, además, el viento era más bien fresquito. Una delicia para ir en bicicleta.

Resumen de la salida:

Distancia recorrida:  70,61 Km.
Tiempo empleado:   3:36:38 horas.
Velocidad media:     19,61 Km/h.          
Velocidad máxima:   42,18 Km/h.

P.D.: También hoy cumplía años otro miembro del grupo, el segundo más viejo, es decir, un servidor. No voy a decir la edad porque sigo sabiendo contar sólo hasta 57.


A petición popular, añado las fotos de las tartas que, justo es reconocerlo, estaban buenísimas y sus autoras, Aina y Yolanda, se las habían currado muchísimo. Muchas gracias a las dos.







domingo, 17 de julio de 2011

QUÉ TIENE LA ZARZAMORA... (sábado 16-07-2011)

Esta semana, el miércoles por más señas, un miembro del grupo ciclista cumplió años. Concretamente, Joan. Podría decir los años que cumplió, pero no voy a hacerlo por dos razones: porque soy un tipo discreto y porque sólo sé contar hasta 57. 

Ahora que Murdoch ha tenido que cerrar su tabloide más famoso, y es de suponer que esté buscando otro en el que invertir, voy a postular este blog como avanzadilla de la futura nueva prensa amarilla, ofreciendo la exclusiva de una foto robada  en plena celebración del cumpleaños. De momento no tiene el tirón de Lady Di pero, tiempo al tiempo.


La salida de esta semana tuvo el bonito detalle de juntar a los cuatro elementos del conjunto. Esta vez, Malen no encontró una excusa adecuada y no se pudo escaquear. 

Salimos del punto habitual (más o menos) y recogimos a Sera en el Parc de Sa Riera. Joan estrenaba un culotte de superprofesional que le habían regalado por su cumple y, según él, iba sobre la bici con la sensación de estar sentado en el sofá de casa de lo mullidito que era aquello. 

Pusimos rumbo al objetivo del día, que no era otro que la ascensión a Galilea. Aunque ya la hemos hecho dos veces, siempre es una subida que impone, y más con el calor que está haciendo estos días.

Pedalea que pedalearás, nos plantamos en Puigpunyent aunque, un kilómetro antes de llegar, Sera paró y nos dijo "seguid, seguid que enseguida os alcanzo". ¡Qué raro! pensamos pero, obedientes como somos, seguimos hasta Puigpunyent, donde paramos a esperarlo.

En menos de cinco minutos ya estaba Sera otra vez con nosotros y, aprovechando que estábamos a la sombra, la mar de fresquitos, nos hidratamos a base de bien y comimos plátanos y avellanas.

Sera llegando a Puigpunyent 

El torrente está seco, seco 

 Los ciclistas con sus bicicletas

Enseguida enfilamos hacia Galilea ya que no queríamos llegar muy tarde al control de avituallamiento. 

En mitad de la subida, Sera vuelve a parar y a decir "seguid, seguid, que enseguida os alcanzo" Hace unas cuantas salidas, a Sera le picó una avispa y, en este momento, a mí me picó la curiosidad, así que paré para ver qué se traía entre manos y...¡sorpresa! ¡estaba recolectando moras! El tío, preparado como pocos para la vida moderna, hasta se había traído un tupper (lo que viene siendo un taper, vamos) para guardarlas. ¡Cuánto nos queda por aprender de pioneros como él!.

Sera, en plena labor de recolección 

Una vez saciada la curiosidad, seguimos hasta Galilea sin ningún incidente más. La sensación es que subimos con más facilidad que otras veces, será que seguimos progresando adecuadamente.

El avituallamiento se realizó en el Bar Parroquial, en la misma plaza de la iglesia, donde se estaba en la gloria con el fresquito que hacía en la terraza. 



Como siempre, no hubo unanimidad y pedimos cosas distintas. Malen y Sera se marcaron sendas raciones de tumbet, raolas de carne y patatas con all i oli. Joan y yo fuimos mucho más frugales y pedimos tortilla y raolas de carne, por supuesto, todo ello regado con coca-cola y abundante agua.






Una vez arregladitos, típica foto del paisaje desde el mirador y a seguir la ruta. 


Para añadirle kilómetros a la salida, seguimos hacia Capdellá, disfrutando de una bajada que hubiera sido mucho más bonita si el estado de la carretera fuera mejor, no hubiéramos encontrado tanto tráfico y a la bici de Sera los frenos le funcionaran como está mandado.

De Capdellá a Calvià, Santa Ponça, Palmanova, Portals Nous, Cala Major y Paseo Marítimo de Palma. Lo que nos hubiera gustado que fuera una vuelta cómoda y placentera,  se convirtió en un camino de vuelta con continuas subidas y bajadas (los p... toboganes, que tanto alegran al ciclista) pero nosotros, impasible el ademán, seguimos la ruta como si tal cosa.

En el Paseo Marítimo, paseo por el carril bici y a casa.

Un día más de entrenamiento y una semana menos para el pistoletazo de salida. Ya sólo queda mes y medio (más o menos) pero cada vez hay más convencimiento de que vamos a ser capaces de llevar nuestro proyecto a buen puerto.

Resumen de la salida:

Distancia recorrida:  58,22 Km.
Tiempo empleado:   3:33:39 horas.
Velocidad máxima:   48,30 Km/h.
Velocidad media:     16,33 Km/h.







 

sábado, 9 de julio de 2011

LOS TRES AMIGOS (sábado 09-07-2011)

Hoy estaba previsto hacer una etapa larga (siempre dentro de un orden). La idea era llegar hasta Capocorp Vell, el poblado talayótico.

Malen, echándole un morro que se lo pisa, avisó que no podía ir, que se iba a un refugio de montaña a pasar el fin de semana, así que hemos salido los tres hombres del grupo, lo que nos ha permitido poner el nombre de una película a la crónica de hoy...¡los tres amigos! 

Con un fuerte calor (nada, comparado a lo que nos esperaría en la vuelta) nos hemos reunido en la playa de Can Perantoni y, en vez de ponernos el bañador, darnos un chapuzón y quedarnos a tomar el sol como el resto de los mortales, hemos empezado a dar pedales hacia nuestro destino.

Cuando hemos llegado a Son Verí, hemos tenido que parar porque a la bici de Joan le rozaba el desviador con la cadena. Sin tener ni idea de mecánica, ya nos tienes con las herramientas en  la mano, apretando y aflojando tornillos. Milagrosamente, lo hemos arreglado y, aprovechando el subidón que esto nos ha supuesto, hemos continuado alegres y contentos.

Aquí tenemos a Joan en plena reparación

Por el Camí de Sa Torre, casi sin darnos cuenta, nos hemos plantado en Capocorp Vell. Bueno, la verdad es que sí nos hemos dado cuenta, con el calor que hacía, se nos ha hecho un poco largo.

El avituallamiento ha sido el habitual, pamboli tradicional para Sera y para mí, y pamboli mixto para Joan.





La "madona" del bar no era, precisamente, la alegría de la huerta. Teníamos la impresión de molestar. ¡Qué se habrán creído estos ciclistas, venir a darme trabajo! Ya sabéis, servicio distinguido de atención al cliente. Desgraciadamente, en Mallorca tenemos muchos "profesionales" así. Es un misterio cómo, a pesar de este trato, que está bastante más extendido de lo que pensamos, siguen viniendo turistas a esta isla.

Joan, para tocar los huevos, le ha pedido un vaso con cubitos de hielo. Si las miradas matasen, mañana iríamos de entierro. A pesar de la miradita, nos ha traído tres vasos con cubitos ¡tres! A ver si va a resultar que es una señora encantadora, pero con cara de mala leche...

Una vez dada cuenta de los pambolis, cuando los ciclistas responsables, Sera y yo, piden un té con limón (no sabemos por qué razón hay que pedirlo, pero hace ciclista), Joan ha vuelto a tentar su suerte y ha pedido un café ¡con hielo! Este tío es un kamikaze.

Hemos salido vivos del sitio y, aunque Sera insistía en que estaba prohibido, no me he podido resistir a fotografiar alguna cosilla del poblado.



Aclaración para los del Madrid: Esto no son piedras amontonadas sin ton ni son, son talaiots, viviendas prehistóricas de nuestros antepasados isleños. Un apunte cultural nunca está de más.

A la vuelta hacía un calor auténticamente insoportable. Yo creo que es el día que más calor ha hecho en todas nuestras salidas en bici. Pero el ciclista es sufrido y sufridor, y el peregrino aguanta lo que le echen, así que...

A la altura del hotel Hilton Sa Torre, hemos aprovechado una sombra para comer unos plátanos que Yolanda me había preparado bajo la amenaza de que si no me los como, me echa de casa. Se adjunta prueba documental.



Una vez emplatanados, como hacía mucho calor, hemos seguido por el Camí de Sa Torre pero...¡hacia Llucmajor! Definitivamente, somos masoquistas.

Al final del Camí, se enlaza con la carretera antigua de Llucmajor y, ahora sí, hemos girado hacia la izquierda para volver a Palma, que ya estaba bien.

Una vez en el Polígono de Son Noguera, hemos seguido por la vía de servicio de la autopista. Sin coches y con bastantes tramos cuesta abajo. Una auténtica delicia. 

En S'Arenal, Sera ha parado a comprarse una Fanta porque el hombre había terminado sus reservas de agua y no era cuestión de deshidratarse.

Sin más incidencias, hemos llegado a destino.

El resumen podría ser: hoy hemos sufrido más calor que nunca y hemos bebido más que nunca, también.

En previsión de la que se nos avecinaba, hoy he estrenado la camelbag. Para los del Madrid: la camelbag es una mochila que lleva en su interior un depósito para llevar líquido, y de la que sale un tubito que te llevas a la boca y bebes al tiempo que pedaleas. Al principio me costaba beber pero, una vez cogido el tranquillo, he quedado encantado del artilugio. Me ha quedado muy claro que a la Vía de la Plata hay que ir con camelbag. 

Resumen de la salida:

Distancia recorrida:   75,34 Km.
Tiempo empleado:    3:50:46 horas.
Velocidad máxima:    54,19 Km/h.
Velocidad media:      19,58 Km/h.

Esto es to, esto es to, esto es todo amigos. 


domingo, 3 de julio de 2011

EL GATITO QUE COMÍA AVELLANAS (sábado 02-07-2011)

Cada día se escriben millones de entradas para millones de blogs, y estoy seguro que ninguna de ellas tiene un título tan bonito como ésta de hoy. La pena es que no se me haya ocurrido a mí, sino a Malen. Me insinuó el título y yo, como padre obediente que soy, le hice caso.

Habíamos decidido hacer una etapa de muchos kilómetros para ir acumulando fondo, que falta nos hace. Habíamos pensado ir hasta el final del camí vell de Muro. Dicho y hecho, por una vez le hemos hecho caso a la planificación original y a las 8:30 (bueno, tal vez diez minutitos tarde) salimos del punto de salida oficial hacia S'Indioteria para recoger a Sera. 

Una vez el equipo al completo, camí vell de Bunyola hasta nuestra rotonda. Ni rastro del halcón pero, de pronto...¿qué es aquello que vuela? ¿es un pájaro? ¿es un avión? (Supermán no es, porque no lleva los calzoncillos por fuera) ¡Era un enorme Voltor (buite negro, típico de la Serra de Tramuntana). No me pude resistir a hacerle una foto, y aquí la teneis. No es la del halcón peregrino, pero ésta vale mucho más.

El voltor planeando majestuoso

Continuamos hasta Santa María y, en el inicio del Camí de Muro aprovechamos para inmortalizar el momento.  


Joan y Tomeu perfectamente uniformados. A Sera aún no le ha llegado el uniforme

Tira, tira, pedaleamos entre viñedos, como es habitual por estos pagos, hasta que, llegando a nuestro destino el paisaje se vuelve frondoso y más bonito aún.


 Por fín llegamos a Son Catiu, en el cruce con la carretera Inca-Llubí. Se trata de una "tafona" (almazara, para los castellano parlantes) muy bonita, con tienda y restaurante.  




Está situado justo enfrente del Puig de Santa Magdalena, del que hay una vista espléndida.


 El avituallamiento consistió en sendos pambolis, con sepia para Joan y para mí y mixto de jamón y queso para Malen y Sera.





Nos pusimos como el quico. Avituallamiento de lujo, bueno y barato. No se puede pedir más.
Al revés de lo que había sido la ida, la vuelta fue tremenda. Viento en contra y sol de justicia. Costaba pedalear, así que, de coger velocidad, ni hablamos.

El único consuelo al viento es lo bonito del paisaje

Llegamos a Biniagual, y aprovechamos la fuente para refrescarnos las ideas, que buena falta nos hacía.





Una vez refrescados, escuchamos el maullido de dos gatitos. Uno de ellos se acercó a nosotros y, sí, era el gatito de Malen, de la otra vez que pasamos por aquí.

Le hicimos caso, le acariciamos y pensamos en darle algo de comer, pero sólo nos quedaban plátanos y avellanas. Malen me dijo que lo intentara con los plátanos porque los gatos no comen avellanas. Lógicamente, el gato pasó olímpicamente del plátano y yo, cabezón como el que más, decidí darle avellanas y...¡sorpresa! le gustaron. Le dimos unas cuantas y se las comió todas.



Seguimos hacia Palma y el viento seguía soplando en contra ¡qué le vamos a hacer!

Cuando estábamos a 2 kilómetros escasos de casa, tuve que parar y bajarme de la bici por los calambres que tenía en los dos muslos (el músculo creo que es el recto femoral, si no estoy equivocado o los cuadriceps, qué sé yo). No podía estar de pie, tenía que ponerme de cuclillas para estirar el músculo.

Estos dos últimos kilómetros se hicieron eternos y tuve que parar tres veces a estirar los músculos.

No hay salida en que no pase algo, aunque estas cosas curten y, a la larga, son una experiencia que no está de más.


Resumen de la salida:


Distancia recorrida: 76,40 Km.
Tiempo empleado: 4:10:18 horas.
Velocidad media: 18, 31 Km/h.
Velocidad máxima: 41,02 Km/h.