sábado, 22 de enero de 2011

Segundo entrenamiento (22/01/2011)

La mañana era muy fría (6 grados) pero una minucia como ésta no puede detener a la bestia. Como dice la canción... a la misma hora y en el mismo sitio..., nos encontramos Malen, Joan y yo, dispuestos a pulverizar todos los registros anteriores y, como no podía ser de otra forma... ¡Prueba superada!  Recorrimos más distancia que el primer día (lo difícil hubiera sido recorrer menos) y, sobre todo, a una mayor velocidad. Había momentos en que estaba preocupado por si, debido a las altas velocidades que desarrollábamos, algún radar traicionero nos hacía alguna foto. Parece ser que no, pero con estas cosas nunca se sabe...¡los radares los carga el diablo! 
A pesar del frío, lucía un tímido sol y se iba muy a gusto sobre la bici.
El objetivo de hoy era llegar a la frontera entre Son Verí y Cala Blava y volver por el mismo camino. Etapa fácil y llana, excepto unos 500 metros del último kilómetro que no sabían cómo hacerse notar y eran cuesta arriba. Hicimos una parada técnica en el mirador de Son Verí para hacernos unas fotos que dejaran testimonio gráfico de la hazaña y para casa.
Total, 36 kilómetros sin incidencias y ya pensando en el entrenamiento del fin de semana que viene. Intentaremos aumentar un poquito la distancia (no mucho, tampoco hay que pasarse) y la dificultad.


Malen con su bici que, por cierto, ya ha sido bautizada...¡whisky! éste es  el nombrecito de marras. En fin, tié qu'haber gente pa tó.


Joan parece que, de momento, no le ha puesto nombre a su bici. Puede que todavía quede alguna esperanza para la humanidad.


Aquí estoy yo con mi bici, que no tiene nombre ni lo necesita. ¡Faltaría más! 
Por si alguno de los muchos lectores (perdón, me he dejado llevar por la euforia) Por si algún despistado entra en el blog y no lo ha notado solito, nótese el Galatzó nevado como imagen de fondo de las fotografías.

domingo, 16 de enero de 2011

Primer entrenamiento (15-01-2011)

Bueno, llegó el momento de empezar a currar. Habíamos quedado en lo que debería ser el Parque de las Estaciones y se ha quedado en Avenida Jacint Verdaguer (con carril bici, eso sí). A este primer entrenamiento estábamos convocados Malen, Joan y yo (Tomeu).
Se trataba de tomar contacto con las bicis y probar las recién compradas de Malen (Boomerang Irati) y Tomeu (Boomerang Atlas).
A continuación se exponen las pruebas A y B



La mañana era soleada y el tiempo primaveral y la salida en sí no tiene ninguna historia, carril bici hasta el mar y hasta el Mega Park bordeando la costa. Aire puro, brisa marina y terreno llano.
Fueron en total 28 kilómetros sin ninguna dificultad y ningún percance.
Joan aguantó sin problemas y todos nos alegramos por ello. Iba tan cómodo y sobrado el tío que ya estaba hablando de hacer el Camino Francés en 2013. En fín, lo que se llama un auténtico alevín de peregrino.
Las bicis estuvieron a buen nivel, aunque la de Tomeu mostró algún desajuste en los cambios. Nada que no se pueda arreglar fácilmente.
A continuación, pruebas C, D y E




Visto el éxito de esta primera salida, el personal queda citado para el próximo sábado día 22 para seguir perseverando.
A este próximo entrenamiento tampoco está citado Sera ya que, al ser el "profesional" del grupo, estamos intentando ponernos a tono para no hacer el ridículo cuando salgamos con él. 
  

viernes, 14 de enero de 2011

PRESENTACIÓN

Todos los componentes del grupo somos mallorquines, de nacimiento o de adopción y, por orden de experiencia bicigrina somos:

Sera


Es el veterano, que no el más viejo, del grupo y éstos son sus poderes:


  - Camino de Santiago (Camino Francés) en bicicleta desde Roncesvalles (1993 y 2005)
  - Camino del Cid en bicicleta (2008)
  


Tomeu

  - Camino de Santiago (Camino Francés) en bicicleta desde Roncesvalles (1993 y 2005)




Malen

  - Camino de Santiago (Camino Francés) en bicicleta desde Roncesvalles (2005)
  



Joan

Ninguna experiencia peregrina y muy escasa, por decir algo, experiencia ciclista. Para completar el currículum, es el más viejo del grupo. En fin, una joya...y un reto para todos porque ¿conseguiremos ponerlo a punto para la gran cita? 




RESUMEN FINAL DEL CAMINO DE SANTIAGO:

Nuestro Camino de Santiago ha consistido en trece etapas, distribuídas de la siguiente forma:

Etapa 1 Roncesvalles – Pamplona 55,00 Km
Etapa 2 Pamplona – Ayegui 63,00 Km
Etapa 3 Ayegui – Navarrete 62,50 Km
Etapa 4 Navarrete – Belorado 60,68 Km
Etapa 5 Belorado – Burgos 52,73 Km
Etapa 6 Burgos – Boadilla del Camino 63,28 Km
Etapa 7 Boadilla del Camino – Bercianos del Camino 81,09 Km
Etapa 8 Bercianos del Camino – León 50,11 Km
Etapa 9 León – Rabanal del Camino 77,25 Km
Etapa 10 Rabanal del Camino – Villafranca del Bierzo 58,21 Km
Etapa 11 Villafranca del Bierzo – Sarria 76,42 Km
Etapa 12 Sarria – Melide 64,56 Km
Etapa 13 Melide – Santiago de Compostela 57,59 Km


TOTAL RECORRIDO DE LA PEREGRINACIÓN: 822’42 Km.


DECIMOTERCERA Y ÚLTIMA ETAPA, MELIDE-SANTIAGO (23 de agosto de 2005)





Nos levantamos hechos polvo. Hay quien se queja del concierto de ronquidos oficiado por Sera y Tomeu, pero debió ser una pesadilla provocada por la dureza del suelo, porque los acusados no notaron nada.

Como es la última etapa, y esto siempre es motivo de celebración, nos vamos a desayunar chocolate con churros a un local que habíamos fichado la noche anterior cuando nos dirigíamos a ponernos tibios de pulpo.

Empezamos por la carretera porque tenemos la intención de hacer la entrada en Santiago por el camino y estar toda la etapa saltando baches, puede ser demasiado. Además, parece que va a llover, aunque no llega a hacerlo.

Vamos directos a Arzúa, así que pasamos de largo por BONETE, CASTAÑEDAy RIBADISO DE ABAJO.

La tendencia general es de bajada, pero con unos toboganes de un desnivel considerable y tres o cuatro repechos que son auténticas paredes. Menos mal que es la última etapa y vamos por carretera.

Llegamos a ARZÚAy, después de sellar las credenciales en la parroquia del pueblo, nos paramos a merendar en un bar de la plaza donde tenemos una cita con el quinto elemento (que no es ninguna Milla Jovovich medio andrógina, sino Yolanda en persona, pero no importa porque tampoco ninguno de nosotros cuatro es Bruce Willis). Por cierto, que aunque ha ido a Santiago volando tan ricamente desde Palma y hasta Arzúa en coche, le cuesta encontrarnos ¡estos despistados turistas! A pesar de todas estas peripecias, al final el encuentro se produce ¡El Mundo está salvado!

En la terraza del bar con el quinto elemento

Iglesia románica de Santa María en Arzúa


Como los ciclistas aún tenemos un buen trecho por delante, nos disponemos a cumplir con nuestro destino y, para que Yolanda no se aburra, alguien la manda a comprar queso, que si bien es el producto estrella del lugar, no ha quedado claro si el mandato iba con segundas. Malen, la muy espabilada, aprovecha para deshacerse de las alforjas y facturarlas en el coche, para aligerar su pesada carga.

Ahora sí, tomamos el camino, para acabar la peregrinación sufriendo, como manda la doctrina. No es que esté mal, pero los toboganes son continuos, así que se hace durillo.

Pasamos por SALCEDA, SANTA IRENE, RÚA, PEDROUZO, LABACOLLAy SAN MARCOS, aparte de otros muchos lugares minúsculos e insignificantes y, ¡por fin!, llegamos al suspirado MONTE DO GOZO, antesala de la llegada a Santiago de Compostela.

Lo del Monte do Gozo para nosotros no lo fue tanto, fue más bien una decepción, porque, aparte de un monumento a la peregrinación de Juan Pablo II (bastante horrible, por cierto), no vimos nada, ni cúpulas de la catedral ni nada; y eso, sabiendo que yendo por la carretera sí se ven, duele, para qué vamos a negarlo.

Monumento dedicado a Juan Pablo II en el Monte do Gozo

El tramo entre el Monte do Gozo y Santiago es de los tramos singularmente feos del Camino; primero, porque el camino en sí no está muy cuidado, lo que choca particularmente estando tan cerca de Santiago; segundo, derivado del primero, porque no han tenido en cuenta la protección del entorno y pasa por una serie de parajes y urbanizaciones de los que, menos bonito, se puede decir de todo; y tercero, porque a la entrada a la ciudad, como ocurre en otras grandes ciudades, pasa por unas afueras particularmente feas y está mal señalizado.

En definitiva, no es que sea el tramo más feo del camino, pero como es el más importante, creo que deberían tenerlo un poco más cuidado.

El caso es que nos perdemos a la entrada de SANTIAGO DE COMPOSTELA y acabamos llegando a la Plaza del Obradoiro dando un monumental rodeo por la parte alta de la ciudad. Pero el caso es llegar

¡¡¡MISIÓN CUMPLIDA!!!


Los cuatro peregrinos en la Plaza del Obradoiro con la satisfacción del deber cumplido

Catedral de Santiago de Compostela

En la Plaza del Obradoiro nos encontramos de nuevo con Yolanda. Una vez recibidas sus felicitaciones por haber alcanzado el objetivo, decidimos dejar la visita al interior de la Catedral para el día siguiente y vamos directamente a la Oficina del Peregrino, para que nos pongan el último sello en la credencial y nos den la Compostela, que nos la hemos ganado.

Algo ensombrece tanta alegría y felicidad: no podemos arreglar lo del traslado de la bicis a Palma, ya que el convenio que tienen en la Oficina de Atención al Peregrino con la agencia de transportes no incluye a las islas y pretenden aprovecharse de ello. El transporte nos saldría por un ojo de la cara y decidimos desistir. Tendremos que buscar una solución por nuestra cuenta.

Se ha hecho tarde, así que comemos en el primer sitio que encontramos, una cafetería en la rúa da Franco, regulín regulan, nada del otro mundo.

Una vez comidos, nos vamos a toda prisa al hotel, que hay ganas de pillar una cama decente y descansar.

Malen decide ir en coche, que dice que ya ha cumplido con la bici. Los demás hacemos un último esfuerzo y vamos en bici, pero sin alforjas.

Dedicamos la tarde a acomodarnos y, sobre todo, a descansar. Por la noche, nos vamos a cenar a Melide, a la misma pulpería donde habíamos ido la noche anterior, para que Yolanda pruebe el pulpo. Es que somos de un amable…

Tomeu repitió pulpo, por acompañar a Yolanda. Malen y Sera se toman de postre unas queimadas, hechas sin conjuro, pero que están de miedo. Y vuelta al hotel a dormir que mañana será otro día.


RESUMEN DE LA ETAPA: 57’59 Km. en 4 horas, con una media de 14’3 Km./h (¡Máximo histórico. Las ansias por terminar!)






DUODÉCIMA ETAPA: SARRIA-MELIDE (22 de agosto de 2005)



Tanto nos gustó el bar donde cenamos anoche, que esta mañana volvemos a desayunar al mismo sitio.

Tempranito, como de costumbre, iniciamos etapa, previa parada en el Monasterio de la Magdalena, en homenaje a Malen en el día de su cumple ¡Feliz cumpleaños!

Monasterio de la Magdalena a la salida de Sarria

Malen frente al Monasterio de su tocaya

Salimos por el camino, para compensar que el día anterior lo habíamos hecho casi todo por carretera. Esta parte del camino es de las más bonitas de toda la ruta. Volvemos a transitar entre frondosos bosques, como en los primeros tramos de Navarra, aunque aquí la población está tan dispersa que continuamente vas viendo granjas, aldeas y pequeños pueblos.

Bonito, bonito

De todas formas, paisajes aparte, entre los repechos y los pedruscos del camino, resulta un poco duro para ciclistas. Pero, indiscutiblemente, vale la pena.

Bonito e impracticable tramo del camino

Pasamos por BARBADELO(nos ponen en primer sello del día), BREA, FERREIROS, ROZASy VILACHÁ, aparte de otros más pequeños, hasta PORTOMARIN, donde nos paramos a ver las reliquias del pueblo viejo que decidieron salvar de las aguas del pantano y reconstruyeron en el pueblo nuevo, junto al embalse (ímprobo esfuerzo que, francamente, se hubieran podido ahorrar).

De paso nos merendamos unos bocatas en un bar de la plaza del pueblo, que hay que reponer fuerzas, y nos ponen el segundo sello del día.

Iglesia de San Nicolás en Portomarín

A partir de Portomarín seguimos por la carretera, porque el trozo de camino que hemos hecho nos ha dejado baldados y lo que nos queda por delante, con continuas subidas y bajadas, no parece que vaya a ser mejor.

Hasta Portomarín ha sido casi todo bajada, pero de esas que cansan porque, o vas en tensión frenando todo el tiempo, o te tienes que bajar de la bici, aguantándola por encima de rocas.

Por carretera, pero alegres

Pasamos de largo por GONZAR, CASTROMAYOR, donde tomamos una variante de camino asfaltado para bicis, y HOSPITAL DE LA CRUZ. Llegamos a VENTAS DE NARON y, aunque no estaba previsto, nos paramos a comer porque el tiempo se nos echa encima y con ritmo de Reggaeton de fondo, ¡Que todo no va a ser Gregoriano, que carallo!

Seguimos hacia LIGONDEy EIRECHE. Este tramo del camino, aunque cuesta arriba casi todo el tiempo, es el que yo encuentro más bonito. Pasabas entre campos que te hacían recordar los cuentos de hadas, salidos de la Princesa Prometida.

Llegamos a Eireche, donde volvemos a la carretera y llegamos a PALAS DE REI. Como a partir de Palas de Rei el camino, aunque con continuos altibajos, presenta una tendencia general de bajada, nos ponemos puristas y volvemos al camino, que resulta ser fatal a trozos, aunque bonito, y así, por CASANOVA, LEBOREIROy FURELOS,llegamos a nuestro destino del día, MELIDE.

Puente medieval de Furelos

En Melide, el único albergue está hasta los topes y nos remiten a una iglesia (en la que aprovechamos para ponernos el último sello del día) y donde, supuestamente, nos han de informar de la ubicación del Colegio Número 1 para pasar la noche. Pero en la iglesia están solos el sello y el tampón sin nadie que los atienda y, por supuesto, que nos pueda informar. Ésta va a ser la única vez que, en un final de etapa, nos sellan en un sitio distinto del albergue.

Iglesia de San Pedro en Melide

Así que nos dedicamos a preguntar, y unas señoras muy amables nos acompañan al dichoso colegio, donde han dejado abierto el gimnasio para hacer las funciones de dormitorio, en el duro suelo, porque no hay ni una mala colchoneta que echarse a la espalda.

Aquí pasamos la noche en Melide

En compensación, es gratis. Vaya por el lujo y el dispendio extra del día anterior en Sarria.

A pesar de la penuria con que se presenta el sueño, no se nos olvida lo del pulpo, así que dejamos las cosas y nos vamos a cenar a la pulpería “A Garnacha” en la que, según unos paisanos, hacen mejor pulpo que en la que recomiendan todas las guías (Pulpería Ezequiel).

Pues eso, banquetazo de pulpo, aunque no para todos, que los hay que no saben distinguir las buenas ocasiones y, luego, a castigarnos el cuerpo en el suelo del gimnasio.

Cuando regresamos al gimnasio después de cenar, vemos con asombro que hay gente que lleva hasta ollas y hornillos. Desde luego, los hay que iban más preparados que nosotros.

La etapa del día no ha sido demasiado larga, pero sí muy cansada.


RESUMEN DE LA ETAPA: 64’56 Km. en 6 horas y 28 minutos, con una media de 9’9 Km./h .(Ha sido mucho camino y muy cuesta arriba)




UNDÉCIMA ETAPA: VILLAFRANCA DEL BIERZO-SARRIA (21 de agosto de 2005)





Como toda regla tiene su excepción, la noche en el albergue de Villafranca distó mucho de la tranquilidad que habíamos tenido en otros albergues.

No sabemos si porque éste es uno de los sitios que los turistas eligen para comenzar su particular peregrinación (los hay que comienzan aún más cerca de Santiago), el caso es que aquí no se dio el caso de levantarse a las 7:00 y percatarse de que todo el personal se ha largado discretamente, no, aquí nos tocó soportar a una tribu de valencianos que se creen que todos los putos días del año son fallas y a una tribu familiar de mallorquines (de la zona de la Plaza de Toros) que deben pensar que, como aquí todos son forasters, no rigen las normas de la más elemental educación.

En fin, que nos levantamos mal dormidos, desayunamos con las adquisiciones del día anterior y al camino.

Camino que hasta PEREJEy TRABADELOcoincide con la carretera (los peatones por un arcén protegido por un quitamiedos y los ciclistas por la calzada, como los valientes), por un valle de las sombras al que el sol no se atreve a asomarse hasta bien entrada la mañana y con la autopista de La Coruña serpenteando por encima de nuestras cabezas.

Lo peor es el frío, hasta 6’5 grados llegó a bajar la temperatura en algún momento. El resto del cuerpo aguanta, pero las manos, ¡Ay, las manos... y los pezones (esta queja es de Malen)!!!

En Trabadelo, ya avanzada la mañana, empezamos a ver el sol. Lo peor había pasado ¿o no?.

Llegamos a LA PORTELA donde nos enteramos que ese día, domingo, es la feria anual del pulpo que se celebra en PIEDRAFITA DE CEBREIRO. Se trataría de dar un pequeño rodeo para subir a O Cebreiro, pero no, Tomeu insiste en que el mejor pulpo del mundo lo preparan en Melide, así que seguimos por el camino legal. Influye también que para ir a Piedrafita hay que ir más lejos y más alto. Pasamos por AMBASMESTAS, RUITELÁNy LAS HERRERIAS.

Con la autopista sobre nuestras cabezas

En este último pueblo reponemos fuerzas en un bar, que debe ser el único abierto, por lo dicho sobre la feria del pulpo en Piedrafita, ya que se apunta a ella hasta el gato en todos estos pueblos de los alrededores.

Verde que te quiero verde

A partir de Las Herrerías el camino se bifurca. El de tierra (y piedras) para los caminantes, que pasa por LA FABA, y una pista asfaltada para los ciclistas.

En esta zona, el paisaje es digno de admirar

Lógicamente tomamos esta segunda variante y, después de un hartón de pedalear (y de hacer empujing también a ratos) y con un pequeño descanso en LAGUNA, donde se cruzan los dos caminos, nos tropezamos con unos ciclistas que vienen echando chispas porque tomaron el camino de los peatones en vez del de los ciclistas y, según ellos, el camino está totalmente impracticable para las bicicletas.

No se aprecia la pendiente, pero la hay

Desde ahí, terminamos de subir a O CEBREIRO. Como era domingo, aunque hay un buen número de bares y restaurantes, nos costó encontrar un sitio para comer, pero lo importante es que lo encontramos.

O Cebreiro

Después vamos a descansar un rato junto al albergue, que el esfuerzo ha sido mucho y aún nos queda subir el, también temible, Alto do Poio.

Lo que se echa de menos en este lugar son los italianos, que abundan por todas partes y que, como hemos podido observar, suelein ir bastante bien informados. Sólo hay un explicación posible: Están casi todos en Piedrafita, poniéndose ciegos de pulpo.

Descansamos tumbados frente al albergue, pero no mucho, porque parece ser que éramos una atracción turística más del lugar, y oías pasar a gente todo el tiempo y a las madres decir a los niños “ no los molestes que están cansados, no ves que son peregrinos, los pobres”.

Aunque hemos descansado un poco, la subida al Poio pesa sobre nuestras piernas, así que hacemos alguna paradita para, por parte de algunos integrantes del grupo (y no diré nombres), intentar apedrear a las rapaces locales. ¡Tan alto estamos que hasta estos bichos vuelan por debajo!.

Después de un rato viendo como Joaquín y Sera (¡vaya ya lo he dicho!), intentaban dar alcance a las rapaces con piedras, descubrimos que el camino de los peregrinos a pie pasaba justo por donde iban dirigidas las mismas. No se oyó ningún grito, afortunadamente no pasaba nadie. ¡Si es que son como niños!

Por fin el dichoso Alto do Poio

Después del ALTO DO POIO todo es cuesta abajo, según los mapas, porque, de tanto en tanto, nos sorprende algún repechito que te trae a la mente a la madre del cartógrafo. Pasamos sin detenernos por algunos pueblos hasta TRIACASTELAy de ahí hasta SAMOS, donde pensábamos pernoctar.

Monasterio de Samos

Ilusos de nosotros. Los frailes del monasterio que da nombre al pueblo tienen el monopolio hospitalero, están completos y no existe alternativa (Un polideportivo, etc.). Además, el tonto el haba del hospitalero tiene la desfachatez de decirnos que tiene unas plazas reservadas para unos ciclistas que le llamaron por teléfono a las 14:00 horas. Más adelante nos enteramos (a buenas horas mangas verdes) que algunos albergues privados admitían reservas. En fin, para llorar, y hacia SARRIA, ¡Qué remedio!

De aquí deducimos la tercera moraleja peregrina:“En camino tan cristiano, de quien menos puedes esperar que te eche una mano es de la clerecía, con honrosas excepciones por supuesto”.A llegada a Sarria estamos reventaditos, la etapa ya era dura de por sí, y el encantador hospitalero de Samos le añadió unos cuantos kilómetros extra con cuestas incluidas.

En Sarria también está lleno el primer alberque que encontramos, pero un viejo y hábil captador de clientes que está al acecho, nos echa el lazo y nos lleva a su albergue privado “Os Oito Maravedis”, algo caro (9 euros por persona) pero de lujo, una habitación para cuatro con sábanas y toallas limpias.

Albergue Os Oito Maravedís en Sarria

Salimos a cenar, y nos decidimos por un barecillo con apariencia de todo menos de restaurante donde, sorprendentemente, nos dan una muy buena cena a un muy buen precio, irrisorio incluso.


RESUMEN DE LA ETAPA: 76’42 Km. en 6 horas y 9 minutos, con una media de 12’4 Km./h.



DÉCIMA ETAPA: RABANAL DEL CAMINO-VILLAFRANCA DEL BIERZO (20 de agosto de 2005)





Desayunamos en el albergue, un desayuno bastante escaso, por cierto, y durante el mismo nos encontramos con unas chicas vascas que ya habíamos encontrado en el albergue de Bercianos y hacen el camino a pie, ¡estos vascos son algo grande!

Después del desayuno, con niebla y un frío que pela, salimos hacia la Cruz de Ferro. Por la carretera, porque la pendiente que nos espera, según nuestro libro de ruta, no es como para complicarla un poco más. Ya se sufre bastante incluso subiendo por la carretera.

Llegamos a FONCEBADÓN,que ha pasado de estar prácticamente abandonado a tener dos albergues, un par de bares y algunas casas reconstruidas, aunque aún quedan un gran número de casas hundidas y presuntamente abandonadas.

El Camino a su paso por Foncebadón

Luego, alcanzamos la CRUZ DE FERRO para depositar las piedras de rigor (que traíamos desde Palma) y hacer las fotos que manda la tradición, algunas de ellas junto a unos toros enormes que había allí de fondo, a los que no convenía acercarse demasiado, por si acaso.

Cruz de Ferro, enclave mítico del Camino

Malen de Ubrique

En la Cruz de Ferro parecía que ya se terminaba la cuesta arriba, pero va a ser que no, aún nos quedaba un buen trecho subiendo, bastante duro, antes de empezar una descomunal y divertida bajada.

Seguimos por la carretera, que hasta Molinaseca coincide con el camino en casi todo el trecho.

Albergue de Manjarín

Lo primero que encontramos es MANJARÍN, el punto más pintoresco del Camino pues, en una casa del pueblo (o ni siquiera eso, que más parece una chabola), éste si totalmente abandonado, ha puesto sus reales el maestre Tomás (No sabemos que título se habrá otorgado a sí mismo, así que lo dejamos en maestre) que se dice a si mismo sucesor de los templarios, a lo que da visos de autenticidad la cantidad de mugre que el hombre lleva encima, que tal parece que no se haya lavado desde la última cruzada (Tom Cruise es último samurai y Tomás el último templario).

Se pasea con el uniforme medieval pertinente y regenta un albergue sin luz eléctrica ni agua corriente, donde organiza ceremonias templarias esperpénticas (tuvimos la suerte de asistir a una de ellas, que no es cuestión de perderse algo así) en las que predice el fin del mundo a golpe de espadazos a una campana e invocaciones a los arcángeles Rafael, Miguel, Gabriel y Uriel (gracias al Maestre Tomás descubrimos que el tal Uriel también pertenece a la escala de los arcángeles, lo que se comunica para general conocimiento).

Durante la emotiva celebración mística, una de las asistentes rompió en llantos. Este Tomás sabe conectar con su audiencia, lástima que se acabe el mundo.

Sellamos la credencial para acreditar nuestro paso por el lugar. Lástima que no tengamos fotos de la ceremonia, pero no nos atrevimos. Nos pareció una falta de respeto pues, incluso, había subido gente desde Ponferrada para asistir a la misma.

Panel informativo en el Albergue de Manjarín

Seguimos hasta Molinaseca, pasando por EL ACEBO (bonito y típico pueblo berciano) y RIEGO DE AMBRÓS.


En MOLINASECAnos espera la gran decepción del Camino, la playa fluvial está hecha un asco, convertida en una balsa de aguas cenagosas. Nuestro gozo en un pozo, tanto cargar con el bañador para esto… No llegamos a saber si el estado de la playa fluvial es por la sequía o porque la han estado utilizando los bomberos para apagar los últimos incendios del Bierzo, pero no importa, la frustración por no podernos dar el deseado baño después de tantos días de polvo y sudor no tiene límites.

Decepcionante playa fluvial en Molinaseca

Molinaseca

Para compensar, nos comemos las pastas que nos quedan de la compra de Astorga y seguimos nuestra ruta.

Pasamos por CAMPOy llegamos a PONFERRADApor la carretera que, en este caso, coincide con el camino.

Damos una vuelta por la ciudad e imbuidos como estamos del espíritu templario, no hay otro remedio que visitar el castillo de los ídem (Templarios 6 – Resto del mundo 0: Hospitalarios, Caballeros de Malta, etc. Y eso contando sólo los sitios acreditados que hemos visitado).

Castillo Templario de Ponferrada

Como ya es la hora, nos disponemos a comer el menú de bocatas que toca al mediodía. Comemos bocatas para no tener que pedalear en mitad de una proceso de digestión pesada aunque, como hace fresquete, le añadimos un chocolatito a la taza.

Vamos por el camino, que se mantiene más o menos llano, hasta CACABELOSque, en principio, debía de ser el fin de la etapa.

Reponiendo agua frente al edificio del Consejo Regulador de la denominación de origen Bierzo

Pasando por COLUMBIANOS, FUENTES NUEVAS y CAMPONARAYA, prácticamente sin detenernos más que para rellenar el agua de los bidones.

Otra fuente

Decidimos seguir hasta Villafranca del Bierzo para adelantar lo más posible porque, en la etapa siguiente, nos espera el temible y temido O’Cebreiro.

En VILLAFRANCA DEL BIERZOencontramos dos albergues que están en las afueras del pueblo. Primero vamos al Refugio Ave Fénix, privado, que se las da de purista, pero es caro y, además, te echan a la 6:00 de la mañana, así que, inteligentemente, vamos al Albergue Municipal que está justo al lado (4 euros por cabeza), tiene menos pretensiones y permite dormir dos horitas más por la mañana.

Albergue Municipal de Villafranca del Bierzo

Damos una vuelta por el pueblo y aprovechamos para comprar para el desayuno del día siguiente, porque en los alrededores del albergue no hay ningún sitio donde poder hincar el diente. Nos perdemos por el minúsculo pueblo, demostrando que el peregrino si no fuera por las continuas flechas amarillas llegaría a Santiago, ¡pero de Chile!

Convento de los Padres Paúles en Villafranca del Bierzo

Y, al fin, encontramos un bar en la plaza del pueblo y cenamos un menú pasable en uno de los restaurantes que hay allí, y a dormir (o eso pensábamos) que hay que proseguir la gesta.

La etapa ha sido durilla, pero no estamos mal del todo. Creía que sería peor.


RESUMEN DE LA ETAPA: 58’21 Km. en 4 horas y 33 minutos, con una media de 12’7 Km./h.


NOVENA ETAPA: LEÓN-RABANAL DEL CAMINO (19 de agosto de 2005)





Desayunamos opíparamente en la cafetería-buffet del hotel, nos ponemos como el quico y salimos tempranito por el Puente de San Marcos, como es de ley.

Enseguida se estropea la salida porque nos adentramos en una especie de arrabal interminable que han formado los pueblos de alrededor al juntarse con la ciudad, formando un conjunto del que, menos bonito, se puede decir de todo.

Cuando la carretera se cruza con el camino, que a partir de entonces van juntos hasta Astorga, seguimos por la carretera y pasamos sin detenernos por VIRGEN DEL CAMINO, VALVERDE DE LA VIRGEN, SAN MIGUEL DEL CAMINOy VILLADANGOS DEL PÁRAMO.

El camino transcurre pegadito a la carretera

Antes de Valverde, el camino se bifurca, y nosotros seguimos por el camino francés que es el tradicional, no como unas inglesas perdidas que, se supone por rivalidad histórica con todo lo que huela a francés, deseaban tomar el desvío que va por FRESNO DEL CAMPO y a las que tuvimos que indicar cómo tomar esa ruta.

Llegamos a HOSPITAL DE ÓRBIGO por el puente que guarda, desde la Edad Media y hasta la eternidad, Don Suero de Quiñones, donde hacemos un alto y en la iglesia nos ponen el primer sello del día (en realidad nos lo ponemos nosotros mismos ya que, en algunas iglesias del Camino, funciona el autoservicio sellador, cosa que debe ser bastante cómoda para los párrocos del lugar).

Puente del Passo Honroso en Hospital de Órbigo

Otra vez el puente

A la salida del pueblo hay una nueva bifurcación y nosotros cogemos el camino que va junto a la carretera en vez del otro, que pasa por VILLARES DE ÓRBIGO y SANTIBÁÑEZ DE VALDEIGLESIAS, que dicen que es más bonito pero también más largo y, además, eso nos permite ir por la carretera.

Llegamos a SAN JUSTO DE LA VEGA, donde podemos apreciar, junto al puente sobre el Río Tuerto, una magnífica playa fluvial, pero no nos detenemos porque estamos deseando llegar a Astorga para comer y, por qué no decirlo, porque seguimos confiando en Molinaseca para bañarnos.

Al llegar a ASTORGAnos hartamos de hacer fotos, nos ponen el segundo sello del día en la Catedral y hacemos unas adquisiciones de la rica y variada repostería local (en La Mallorquina, por supuesto, menos Joaquín que va a la competencia) para comérnoslas de postre de los bocatas que nos echamos al cuerpo en un local de comida rápida.

Palacio episcopal de Astorga, obra de Gaudí

Catedral de Santa María de Astorga

Más Catedral de Astorga

Malen y Sera en la puerta de la Catedral


Después de comer, tras buscar un monumento romano que no sabemos qué es ni cómo se llama y que, además, no encontramos (una eufrástica??), los socios se van a dormir la siesta a un parque de los alrededores.

Malen dando cuenta de una productiva siesta

Mientras tanto, como si fuera una premonición, Sera, para aplacar sus remordimientos de conciencia, decide volver grupas hasta San Justo, que está muy cerda de Astorga, para hacer fotos de la playa fluvial que no ha hecho antes por las prisas. Total, 20 minutos de ida y vuelta.

Playa fluvial de San Justo

Tomamos el desvío a CASTRILLO DE LOS POLVAZARES, donde también nos hartamos de hacer fotos (el sitio, desde luego, lo merece). Allí también se produjo un intento fallido de huida, intentando dejar a Sera, pero no pudo ser.

Castrillo de los Polvazares, pintoresco pueblo leonés

Castrillo de los Polvazares nuevamente

Luego pasamos por SANTA CATALINA DE SOMOZAy EL GANSO (el camino entre estos dos pueblos es muy poco apto para bicicletas, muchísimas piedras) antes de llegar a nuestro destino, RABANAL DEL CAMINO.

No obstante el punto crítico en que se encuentra, encontramos sitio en un alberque privado (“Ntra. Señora del Pilar”, 5 euros por cabeza) casi especializado en ciclistas, y es que en el pueblo hay 5 albergues, uno de ellos sólo para los ingleses (de la Fraternidad de Saint James).

También hay varios restaurantes y, en general, parece que es uno de los pueblos que más ha prosperado a la sombra del Camino de Santiago.

Como en el bar del albergue sirven cena y desayuno y los restaurantes del lugar son más bien caros, hacemos allí estas dos comidas. Cenamos un plato inmenso de macarrones con chorizo (condimento típico en toda Castilla, que incluyen en casi todos los platos) a un precio muy económico.

Albergue del Pilar en Rabanal del Camino

Rabanal del Camino

Después de cenar aún tenemos tiempo para ir a la iglesia, donde unos frailes hacen una misa especial para peregrinos, con aspersión de agua bendita y Canto Gregoriano incluidos.

De camino al albergue paramos a contemplar la luna, que está casi llena y, a esa altura, está preciosa, pero no durante mucho tiempo, que hace bastante frío. El último tramo de la etapa, desde Astorga de hecho, es bastante jodido, así que estamos rebentadillos.

Patio interior del Albergue del Pilar




RESUMEN DE LA ETAPA: 77’25 Km. en 6 horas y 6 minutos, con una media de 12’6 Km./h . (A partir de Astorga, todo ha sido cuesta arriba)